En un ambiente tan competitivo como el que se vive actualmente, con niveles de exigencia que van en crecimiento y la adaptación a los cambios que los colaboradores deben enfrentar diariamente, el reto de las empresas es crear espacios y ambientes que ayuden a potenciar las capacidades.
La luz es uno de los aspectos a tener en cuenta para mejorar la sensación de bienestar de los colaboradores dado que ésta influye en los biorritmos de las personas e influye en la motivación, en consecuencia en el rendimiento laboral.
Por ejemplo, se sabe que una luz fría, blanca-azulada ayuda al organismo que comienza la jornada laboral, después de almorzar y en horas de la tar, al contrario de la luz cálida, que invita a la relajación.
El diseño e implementación de la luz puede influir tanto positiva como negativamente en el ambiente laboral. De no haber suficiente luz y en el ángulo en el que se requiere, es posible que las personas padezcan de fatiga ocular, cansancio, disminución del rendimiento cognitivo y la capacidad de dar soluciones, especialmente ahora que se trabaja con computadoras la mayor cantidad del tiempo. Esto afecta el humor y las relaciones interpersonales.
Dentro de lo que se debe pensar a la hora de la buena iluminación es el ahorro. Muchas oficinas todavía tienen rudimentarias fuentes de iluminación, lo que hace que el consumo sea mucho mayor. La recomendación general es que se implementen sistemas de iluminación con tecnología LED, amigables con el medio ambiente, con el bolsillo y con la salud de los colaboradores que, sin duda se convierte en un nuevo estándar en el consumo de vatios por metro cuadrado y si se combina con soluciones de controles de iluminación, el ahorro puede alcanzar hasta un 85%.